Estanterías

• Resistencia a la humedad y al frío: fabricadas con materiales aptos para ambientes refrigerados y de congelación, sin riesgo de oxidación ni deterioro.

• Diseño higiénico y de fácil limpieza: superficies lisas, sin poros ni uniones complejas, que evitan la acumulación de suciedad y permiten limpieza frecuente.

• Montaje modular sin herramientas complejas: facilidad de instalación y adaptación a diferentes tamaños de cámara.

• Gran capacidad de carga: soportan productos pesados sin deformarse, ideal para el almacenamiento de cajas, bandejas o envases industriales.

• Optimización del espacio interior: permiten aprovechar al máximo el volumen útil de la cámara, con diseños en L, U o lineales.

• Cumplen normativas sanitarias: aptas para el contacto con alimentos, con certificaciones según normativas alimentarias.

• Materiales: de alta calidad y resistentes.

• Baldas desmontables o rejillas modulares: que facilitan la limpieza y permiten adaptar la altura entre niveles.

• Capacidad de carga: desde 80 a más de 250 kg por estante, según modelo y configuración.

• Temperatura de trabajo: aptas para cámaras de conservación y congelación (hasta -40 ºC).

• Sistema de unión sin tornillos: facilita el montaje y desmontaje sin herramientas específicas.

• Opciones personalizables: en longitud, fondo, altura, número de niveles y configuración en esquina o mural.

Las estanterías frigoríficas no solo mejoran la organización y el acceso a los productos, sino que también son un factor clave en la higiene, la seguridad alimentaria y el buen funcionamiento de cualquier cámara refrigerada. Elegir un sistema de estanterías de calidad es invertir en eficiencia y durabilidad.